Antes de sumergirnos en el tema, es conveniente tener claro una serie de conceptos que resultan básicos para comprender y poder, de esta forma, abordar adecuadamente lo que nos atañe «cómo comunicarse con el público objetivo».
¡Allá vamos!
¿A qué llamamos comunicación?
Aquello de «dos o más personas emitiendo y recibiendo mensajes de forma reiterada a través de un canal» como idea básica de lo que es la comunicación, es algo en lo que todos coincidimos. Esto está bien, pero si profundizamos en el concepto, podemos encontrar muchísimos matices y formas de enfocarlo. Con la comunicación podemos conseguir muchas cosas, informar, explicar, motivar… Sin embargo, hay una que nos interesa más que las demás, y es la PERSUASIÓN. Se trata de conseguir, con razones y argumentos, que una persona o un grupo denso de estas actúen, piensen o adquieran un conducta determinada. Lograr persuadir a ese público, del que hablaremos más abajo, resulta vital para lograr que tus productos y servicios, y en definitiva, tu marca, se familiarice con este.
¿Qué elementos clave intervienen en la comunicación?
Dentro de este proceso de comunicación, intervienen una serie de elementos clave que todos conocemos pero que es interesante recordar.
- Emisor. Quien da comienzo a la comunicación. Tiene un papel importantísimo, ya que está en su mano que el mensaje sea recepcionado o no. Esta figura debe conocer a quién se dirige, y por tanto, cómo debe dirigirse. Además, debe tener en cuenta también a través de qué se va a comunicar.
- Mensaje. Aquello que se va a transmitir al público. Este elemento debe de estudiarse detenidamente una vez que sepamos quien es nuestro público. Así, podremos establecer un tono y un lenguaje adecuado para conectar realmente con aquellos que queremos hacerlo.
- Canal. La vía por la cual ese mensaje va a deslizarse desde el emisor hasta el público. Debe conocerse muy bien el público para escoger de una forma idónea cuál será el canal más adecuado para llegar a este.
- Receptor. A quiénes llega ese mensaje del emisor a través de un canal. Sin duda, esta figura es la que más poder tiene con diferencia. Si ellos no están dispuestos a escuchar y mantener un feedback, el proceso comunicativo no puede llevarse a cabo. Para que la comunicación sea real, debe establecerse una conversación recíproca entre dos o más personas.
Además, hay que recalcar una serie de cosas en cuanto a lo que concierne al mensaje. Como anunciante, cuando este quiere comunicarse con el público, lo primero que debe hacer es definir el mensaje que se va a lanzar y adaptarlo. Una vez que eso está claro, redactarlo de manera clara y concisa para que sea comprensible. Es importante que el mensaje destaque por su sencillez, es decir, que las palabras utilizadas sean palabras que la audiencia entienda a la primera.
Existe una clasificación para saber si el lenguaje que vamos a utilizar encaja con esto de la sencillez:
- Activo: Palabras que la gente utiliza de forma diaria.
- Pasivo: Palabras que la gente entiende pero que no suele utilizar en su vida cotidiana.
- Dominante: Palabras que la gente ni utiliza ni llega a comprender.
Teniendo esto en cuenta, lo ideal es utilizar un lenguaje activo para que así todos comprendan a la primera el mensaje. No obstante, no podemos dejar de lado el lenguaje pasivo, así podría pasar a formar parte de ese Activo y por tanto, expandir el vocabulario de las personas. Hay que buscar un equilibrio. En resumen, con respecto a esto, lo que se debe cuidar es que las palabras que se van a emplear no sean ajenas a la manera de comunicarse de tu público. Si mantenemos este patrón, la audiencia se podrá llegar a sentir más próxima a tus productos y servicios, y en definitiva, a tu marca.
Una vez establecidos todos los puntos anteriores, debemos pasar a delimitar a nuestro Público Objetivo, también llamado «target».
¿Quién es nuestro target?
¿Quién es este? Pues bien, tal y como se cita en el blog de método marketing, «se trata del público al que diriges tus acciones de comunicación y/o al que quieres venderle tu producto o servicio. Es importante tenerlo claramente definido e identificado para aumentar las posibilidades de acierto en tus acciones de Marketing. Si sabes a qué Público Objetivo te diriges, es más difícil fallar, ¿no?». Por tanto, como decíamos antes, el lenguaje utilizado, el tono, el vocabulario, el canal, la imagen global, el precio, las necesidades, el contexto social, la edad, las preferencias, el estilo de vida… Son aspectos que debemos tener claramente definidos, de lo contrario, si no hemos pensado en nuestro público y sus características a la hora de diseñar o crear nuestro producto, no tendrá una óptima acogida. Debemos pensar siempre en lo que necesita nuestro Público Objetivo/target, y tratar de cubrir esa necesidad o necesidades con nuestros productos o servicios, adaptándonos siempre a ellos. ¿Por qué? Es sencillo: no es lo mismo dirigirse a un público adulto de unos 50-60 años, en su mayoría hombres, de una renta media alta, que viven en una ciudad cosmopolita, que son solteros y sin hijos, y que frecuentan los sitios de moda de la ciudad, que a un público más joven, de unos 30-40 años, también hombres, con una renta baja, que viven a las afueras de la ciudad, que están casados y que en sus ratos libres van al parque con sus hijos y su pareja.
En definitiva…
Por tanto, y a modo de resumen, ¿Cómo comunicarse con el Público Objetivo/target?
Debemos de tener en cuenta, sobre todo, las características que definen al público, desde las más básicas, como la edad, el sexo, la renta, la ubicación, el estado civil…Hasta las más amplias como las motivaciones, los gustos, el estilo de vida, lo que suelen hacer en sus ratos libres, sus puestos de trabajo…Y sobre todo, LAS NECESIDADES.
Una vez que tenemos todo esto sobre la mesa, podremos comenzar a establecer nuestra estrategia para poder comunicar nuestro producto o servicio de la forma más idónea para este público que estamos definiendo. Siendo así, y conociendo bien a nuestro target, sabremos qué lenguaje será el más adecuado, qué tono, qué canal, qué vocabulario, y por tanto, cómo comunicarse con el público objetivo. Esto es un proceso denso a la par que fundamental, ya que si no llevamos esto a cabo, no podremos conectar con el target y por tanto no se establecerá un feedback, por lo que no existirá la comunicación.
¡Toma nota y sabrás cómo comunicarse con el Público Objetivo!
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